viernes, 13 de diciembre de 2013

El alma de la vejez


            Un fogonazo de luz impactando contra la inmóvil y sonriente realidad. Un mundo de perfiles carentes de color. Un retazo de tiempo inmortalizado en un simple pedazo de papel satinado.

            Ahí estábamos todos, mucho más jóvenes, varios años más inocentes. De fondo, el calor de una tarde de verano arrancando brillos blancos al río de sombras negras. En primer plano, nosotros sonriendo, de esa forma exagerada, despreocupada y casi demente, sí, de esa forma en que sonríe la gente que aún tiene mucha vida por delante.

            Éramos felices, de eso no cabía duda. Se veía en nuestras expresiones risueñas, en nuestras miradas rebosantes de ilusiones apenas contenidas.

            Mi corazón tembló levemente, como el trémulo agitar de las alas de una mariposa herida, al pasar los dedos por encima de los rostros de aquellos que ya no estaban: el alegre Falín, que nos había dejado hacía ya dos primaveras con un suspiro en los ojos y una sonrisa en los labios. Y Elena, la siempre optimista Elena, a quien los años acumulados habían torcido y arrugado como a un trozo de papel y con quien había acabado la por aquel entonces temida tisis.

            Cerré los ojos, despacio. Cuánta vida encerrada en una simple fotografía, cuántos recuerdos apresados para siempre y sin oportunidad de escapar, cuántas risas contenidas en una prueba material de que hubo un tiempo en el que todos nosotros existimos.

            Dejé la fotografía sobre mi cama con manos temblorosas. Cogí el viejo bastón de madera oscura y mellada que reposaba contra una silla y me apoyé sobre él para incorporarme, sufriendo los dolores de la edad con cada movimiento.

            Y mientras me alejaba lenta y pesadamente, sonreí.

            La gente podría olvidarse de nosotros con el tiempo, pero nuestra alma nunca moriría mientras su esencia residiese en aquella vieja fotografía tomada varias décadas atrás, una cálida tarde de verano.
 


Derechos de autor de la foto: Laurin Rinder (http://es.123rf.com/)

3 comentarios:

  1. Qué buen relato!!!! ME ENCANTA!!! Ni una pega, maravilloso!!! Eres toda una campeona... pero me imagino que eso te lo digan todos los días! ;)

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    1. ¡¡¡Hola!!!!

      Jeje, guau, ¡¡¡muchísimas gracias, Gabri! Lo escribí bastante deprisa y "despistada" así que no estaba muy segura de si habría quedado bien, ¡¡pero me alegra que te haya gustado tanto!!

      Y tú eres genial ;D Sí, lo sé, me repito, pero qué se le va a hacer, es mi vena sincera...

      Besos!!

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  2. ¿Cómo que no te quedó bien? Si está genial, hasta despistada escribes genial, no lo dudes!

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